Las redes sociales son uno de los pilares básicos de las estrategias de marketing digital. Por dar solo una cifra, se estima que en 2019 las marcas invertirán diecisiete mil millones de dólares en social media solo en Estados Unidos.
Y sin embargo, a pesar de llevar años trabajando con ellas, los marketers seguimos cayendo en los mismos errores… Si querés adelantarte a la competencia y triunfar en las redes sociales, lee estas tres cosas que no debemos hacer en social media.
Error número 1: no tener objetivos claros
Muchas marcas creen que «hay que estar» en las redes sociales, pero sin tener muy claro por qué ni para qué. Por eso, se lanzan a abrir perfiles en todas las redes que se cruzan en su camino creyendo que cuantas más, mejor. ¡Error!
Para orientar nuestra presencia de marca en social media, tenemos que empezar por saber que no nos conviene estar en todas partes. Es mejor limitarse a dos o tres redes que sean realmente relevantes para nuestra empresa y que nos ayuden a conectar con nuestra audiencia.
A la hora de elegir, tenemos que tener en cuenta que cada red tiene una personalidad y características diferentes:
. Facebook es una especie de «comodín», ya que es la más popular a nivel mundial y la que alcanza a más grupos de edad, géneros y ubicaciones. Eso sí, debemos recordar que los adolescentes están dejando de considerarla su favorita. Así que si nos dirigimos a este grupo de edad, puede ser buena idea complementar la presencia con Instagram o Snapchat.
. Instagram creció mucho en los últimos años y alcanza ya los 700 millones de usuarios activos al mes. Originalmente era una red bastante «hipster», pero hoy en día alcanza a muchos tipos de usuarios diferentes. Es especialmente recomendable si nuestra empresa tiene un fuerte componente visual o si se dirige al segmento de 18 a 34 años.
. Twitter llegó a ser la segunda red mundial en su momento, pero hoy ocupa una posición más discreta. Un gran porcentaje de sus usuarios la usan para escuchar y recibir actualizaciones, pero no publican contenidos propios. Aún así, sigue teniendo un gran punto fuerte, y es su carácter actual. Gracias a los vídeos en directo, Twitter tiene puntos para convertirse en la tele del futuro. Podemos usarla para llegar a usuarios interesados en estar al día con las últimas noticias.
. Snapchat se está haciendo cada vez más atractiva para las marcas, gracias a las soluciones publicitarias y a funcionalidades como la de insertar enlaces en las publicaciones. Su carácter efímero funciona muy bien para ofrecer promociones, descuentos y contenido exclusivo, y permite mostrar el lado más desenfadado de nuestra marca. Especialmente recomendable si nuestra empresa se dirige a un público más joven.
. LinkedIn es la red profesional por excelencia en buena parte del mundo. Se superaron los 500 millones de perfiles, hay 9 millones de empresas con presencia y de media suele haber una oferta de 10 millones de puestos de trabajo. Sus costos son superiores a otras redes, pero su efectividad es alta, al dirigirte a los perfiles que cumplen con nuestro target y de forma personalizada.
Error número 2: no medir los resultados
No nos vamos a cansar nunca de repetirlo: para saber si algo funciona o no, la medición es imprescindible. Si no sabemos los resultados de nuestras acciones, estaríamos dando palos de ciego y seguro que acabamos desperdiciando buena parte de nuestro presupuesto.
Este error está muy ligado al anterior: para saber qué medir, primero debemos tener claros nuestros objetivos. No vale limitarse a contar seguidores y «me gusta», porque esas cifras no nos dicen si nuestra empresa está yendo mejor o peor.
Una estrategia de medición en las redes sociales pasa por establecer los indicadores clave del rendimiento, esto es, las métricas que realmente nos dicen lo que está pasando con nuestros objetivos. Solo nosotros podemos decidir cuáles tienen sentido para nuestra marca.
Error número 3: publicar por publicar
Además de intentar estar en varias redes sociales a la vez, otro error que suelen cometer las marcas novatas (y no tan novatas) es agobiar a sus seguidores con publicaciones. Pero la clave del social media no está en la cantidad, sino en la calidad.
Las publicaciones en redes tienen que estar respaldadas por una estrategia de marketing de contenidos que se centre en aportar valor al usuario. Es mejor publicar menos, pero hacer que cada publicación sea valiosa y anime a los usuarios a compartir. Más que en la cantidad de publicaciones, el foco debe estar en el engagement por publicación: generar conversaciones y no soltar monólogos.
Además, debemos ser estratégicos con respecto a las horas de publicación. Un mismo post puede generar niveles de engagement muy diferentes en función de la hora y el día de la semana. Cada marca es única en este sentido, así que lo mejor es experimentar hasta que demos con nuestros momentos clave. Eso sí, tengamos en cuenta que cada red tiene unas «horas muertas» diferentes en las que el tráfico de usuarios disminuye.
Con estas recomendaciones, nos quedamos por acá… ¡Aunque siempre podés seguir leyendo más artículos de nuestro blog!